Episodio 1º Lucas desea un traje y un amo y encuentra las dos cosas - El Pícaro
Serie: El Pícaro. Episodio 1º Lucas desea un traje y un amo y encuentra las dos cosas.
Nada más comenzar la serie "El Pícaro", aparece Fernando Fernán Gómez, sentado tras una mesa, como si se tratara de un profesor y vestido como tal (como tal solían vestir los profesores en el año 1974 que fue el año de la primera emisión de la serie). El tema de la clase: la picaresca. Pasen y vean.
- ¿Qué es la picaresca? ¿Qué es un pícaro? Todo tenemos respuestas aproximadas para estas preguntas pero muy pocos (o ninguno) acertaríamos con la que fue la verdadera vida de un pícaro en la España de los Siglos Imperiales: España de gloria y de batallas, de arte y de poesía, de fervor y de furor religioso. España de persecuciones, de Inquisición, de vicio, de hambre, de miseria y de picardía. Debemos conformarnos con suponer, con intuir, con inventar. Iremos trazando así diversos cuadros de la vida picaresca tal como nos la han transmitido los ingenios de la época y que cada cual saque sus consecuencias. Pensará uno que esta costumbre de la picardía es una de las causas de la decadencia nacional y otro, por el contrario, que la decadencia nacional fue la causa primera de la picaresca. Quién dirá que, por fortuna, aquellos vicios se han superado, y quién opinará que hoy se encuentran pícaros a la vuelta de cada esquina y en cada peldaño de la escala social. Uno elogiará el fondo moralizador de todos estos rufianes, otro no verá en ese afán moralizante más que una nota de ironía o el propósito de cubrirse ante la censura oficial. Este salvará a los pícaros por su indudable alegría, por la ingenuidad latente en el fondo de todos sus engaños, por su amor al momento y a la libertad...
... y aquél les condenará por ser una rémora para el progreso y una de las mayores lacras de la sociedad. Nosotros no pretendemos juzgar, que es pecado ya señalado en los Evangelios, ni arrimar el ascua a ninguna sardina propia o ajena. Intentamos simplemente, a falta de ingenio propio, ampararnos en el de aquellos poetas del Siglo Dorado para proporcionarles a ustedes unos ratos de esparcimiento. Y de paso, por medio de un trabajo más o menos digno, engrosar algo nuestra menguada bolsa. En el fondo, una picardía como otra cualquiera. Estas, y no otras razones, son las que nos han movido a contarles a ustedes la vida y hazañas de Lucas Trapaza: un pícaro como otro cualquiera. Quizá imitando a sus Cristianas Majestades embarcábanse los pícaros en cualquier aventura sin pararse mucho a meditar que destino aguardaba a sus amos y pudo encontrarse al pícaro, ya criado, soldado o vagabundo, en la fluvial Sevilla, emporio entonces del comercio de Indias, en la industriosa y levantisca Barcelona...Suenan las tripas del pícaro.
... o mucho más lejos. Incluso en Flandes o en Alemania que pronto se confundió el mapa del Imperio con el mapa de la Picardía.Suenan otra vez las tripas del pícaro quien les dice:
Ya, ya sé que hace dos días y dos noches que no os doy nada mas para qué creéis que explico estas cosas sino para ver si saco unos dineros, vamos a la posada y os calmo).
Y así, señores, os decía, que a cualquier lugar a que llegase la voluntad del Rey para entablar con parientes, lejanos o cercanos, el diálogo de la pólvora o de la retórica diplomática llegaban el pícaro y sus tripas para entablar el diálogo del hambre. En cualquier lugar hubieseis podido encontrarnos a ellas y a mí. Por ejemplo: ¡En Italia!
Y aquí comienza "El Pícaro"
Intentado sin éxito un simpa, el pícaro llega a la siguiente conclusión:
- Si necesario le es un buen amo a un desheredado como yo, más necesario es un buen traje, pues de tener yo una de las dos cosas ¿hubiérase ocultado el posadero desconfiado detrás de aquel barril? ¡No, a fe mía!
Lucas Trapaza entra a servir de "pícaro" en la casa del Cardenal a las órdenes del cocinero (muy versado en el arte de la Picaresca). Entre sus funciones se encuentra el extravío de yantares para revenderlos por la tarde en el baratillo de la ropa vieja y usada. Al sentirse vigilado advierte al cocinero de quien recibe el siguiente consejo que es: ¡LA VIDA MISMA!".
- "Cuando se levantan sospechas, lo más aconsejable es evitar el escándalo".
(aprox. 0:10:35) El cocinero lo nombra barrendero menor de la escalera de abajo
donde es descubierto por el autor de la obra de teatro "El Rey de León" que prueba a Lucas Trapaza con la frase (dicha con arrogancia y desperecio) ¡MUERAN LOS MOROS!
entregándole un libreto de la susodicha obra con cuya representación se conmemorarán los años de su eminencia el Cardenal.
(aprox. 0:13:55) En los preparativos para la representación de la obra de teatro, una ayudante de vestuario introduce relleno en las cazuelillas mamarias de una doncella cuya cara expresa una depresionaza del tamaño de un galeón de la Armada Invencible.
- No soy muy dado a husmear en vidas ajenas ¿Ha desempeñado vuesa merced algún oficio?
- Mozo de plata, alguacil, peregrino, buhonero, vendedor de aguardiente, peón de albañil, mozo de cuerda, pastor de cabras... aguador, tratante, rezador de coplas, casamentero, mondonguero, bufón, marmitón y barrendero...
- ¿Tiene vuesa merced parientes o conocidos en esta ciudad?
- Estoy tan solo como un espárrago del tiempo de Adán. No uso parientes.
- ¡Pues conmigo "esguazarás" a tutiplén!
- Perdone su excelencia pero no entiendo lo de "esguazar".
- Pues darse buena vida, holgar, regalarse.
- ¡Lo qué mande su excelencia!
- Pues sabed que los villanos del puerto son todos unos rufianes que engañan y roban desde que Dios es Dios.
- Poco tiempo de estudios es ese para engañar a Lucas Trapaza.
- ¿Cuánto pide por el animal?
- Una pieza de a diez.
- Perdone vuesa merced que no ande con el oído muy fino ¿DE A SEIS DIJO?
- No me venga vuesa merced con la comedia del sordo que eso lo tengo ya muy visto ¡DIEZ!
... y me halleme de nuevo maltrecho, sin vestido y sin amo... como corresponde a todo enamorado a la fuerza de los caminos y de la Libertad.
NOTA
Los créditos de esta divertida y educativa serie indican que está basada en los textos de (tomen buena nota vuesas mercedes): Miguel de Cervantes, Francisco de Quevedo, Mateo Alemán, Vicente Espinel, Alonso Jerónimo de Salas Barbadillo, Alain-René Lesage y el Autor de "Estebanillo González" quien quiera que fuera.
Para que no caiga la lección en saco roto, vamos a buscar en la enciclopedia en qué consistían estos oficios que quién sabe si hoy en día existen pero con otros nombres: Mozo de plata, alguacil, peregrino, buhonero, vendedor de aguardiente, peón de albañil, mozo de cuerda, pastor de cabras, aguador, tratante, rezador de coplas, casamentero, mondonguero, bufón, marmitón y barrendero.
La serie "El Pícaro" se puede ver en la web del Archivo de RTVE siguiendo este enlace:
https://www.rtve.es/alacarta/videos/el-picaro/
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